Papa, querido papá.
Siempre en mi vida, en mi corazón, siento que sigues ahí, conmigo.
Que grande es mi amor por ti, que cierro los ojos y en el silencio oigo tu voz, en la oscuridad veo tu cara, tu sonrisa resplandeciente siempre presente en mi. Gracias por haber existido porque soy una parte de ti, soy lo que soy por ti. En el recorrido de mi vida, te extraño y necesito de ti. No me abandones nunca, y cuida de mi. El corazón lo tengo partido de dolor y aliviado porque en silencio, llego tu paz, tu descanso, sin sufrimiento, sin dolor. Papa, te ame, te Amo y te amaré, jamás te olvidaré. D. E. P.
Tu hija Amparo
Nos dejaste en silencio, sin una sola queja, como eras tú, y sé que ahora eres una de esas estrellas en el cielo, que cuando más oscura es la noche más resplandecen, para indicarnos el camino que debemos seguir. Hay momentos en los que necesitaremos salir fuera y mirar las estrellas porque sabremos que junto a alguna de ellas estarás tú velando por nosotros, sonriendo. Jamás te olvidaremos.
Juan (Zipi).
