A 20 leguas de Pinto y a 30 de marmolejo existia un castillo viejo q edificó chindasvinto
Lo habitaba un gran señor algo feudal algo bruto se llamaba Sisebuto y su mujer Leonor , y su tía Gumersinda, y Berenguela su hermana y una prima de su abuela q se llamaba Mariana.
En un gótico salón dormitaba Sisebuto cual roncar leve y enjuto sonaba en el portalón fuera el aire soplaba con sonido lastimero e imponente se escuchaba el ruido del aguacero.
En un fogoso corcel de color verde botella raudo como una centella llega al castillo un doncel lleva sus ropas mojadas por efecto de las aguas claro salió sin paraguas llega el pobre hecho una sopa.
Salta el foso llega al muro la portería está cerrada, me ha dado mico mi amada exclama vaya un apuro.
En esto siente rozar una cosa sobre su cabeza echa la mano y tropieza con la cuerda de una escala, ahh exclama con voz gozosa, ahh exclama con voz victoriosa, ahh y así hasta ciento.
Sube que sube que sube, trepa que trepa que trepa cae en manos de su querube la hija del conde... LA PEPA!!!
A un lujoso camerin introduce a su adorado y al notar qué está mojado lo seca bien con serrín.
Listado mi anhelo el único ser que yo quiero el de los cabellos de oro el de la nariz del cielo, dime no sientes nada a mi lado? Siento frío
Frío tu? Eso me espanta, frío tu? Eso me inquieta no llevarás camiseta verdad pues toma esta manta, y ahora hablemos de nuestros amores que a nuestras almas dislocan, yo te quiero como una loca, yo te adoro como un niño, mi amor es una locura, el mío es un arrebato si no me quieres me mato si me olvidas me hago cura, cura tu?
en jamás de los jamases me pronuncies esa frase pues estaría bonito que hija doy de Sisebuto desde mi más tierna infancia y aunque temo sus arrogancias y también a sus furores... Huyamos al congo a ocultar nuestros amores, huyamos bien has dicho.
En esto se abre una puerta excusada y entra un perro después un hombre, después nada, después nadie,
Hija infame, ruge el conde, donde has dejado mi nombre?
Y sacando un puñal fiero se lo vivo al caballero hasta la espina dorsal, el joven la diño como un conejo, la joven no llego a tanto pero la dio un síncope de espanto.
Y aquí se acaba la historia en el recinto donde ocurrieron estos hechos a 20 leguas de Pinto y a 30 de Marmolejo.
Tamara Torrijos Ruiz
Mercoledì, Dicembre 27, 2017 - 10:00
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